recostados con el sol acariciándonos el alma,
había calma y mucha luz.
Y entre miradas nos besábamos
y entre sonrisas nos acariciábamos.
Todo era suave y tranquilo,
y con luz, como nunca...
Te observe mientras dormías,
despacito me acurruque en tu pecho
y quedé por siempre ahí
en ese recuerdo eterno.
MaR
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