Había una vez un hipopótamo violeta llamado Rodolfo. Rodolfo era muy pero muy bueno y vivía feliz y contento. Rodolfo era muy culon comparándolo con el resto de los hipopótamos de la selva, pero a él eso no le molestaba más que un par de veces que se quedaba atascado entre dos arboles ero con un poco de esfuerzo eso ya no era de mucha importancia. Rodolfo el hipopótamo un día caminando por la selva cantando y dando saltos de alegría de pronto escucha un ruido hasta que unos momentos después consigue entender el significado de esos ruidos. Eran gritos de ayuda! Auxilio Auxilio gritaban, era una voz suave pero delicada, entonces Rodolfo corre con todas sus fuerzas, alguien necesitaba ayuda y él podía ser ka salvación. Cuando llega al lugar donde provenían los gritos Rodolfo se encuentra con algo que llamo muchísimo su atención, y se quedo perplejo mirando el mágico color de algo que más tarde (cuando volvieron los pedidos de ayuda) se dio cuenta que era aquel ser que pedía por auxilio. Era una mariposa que había quedado atrapada en una tela de arañas gigante, Rodolfo pronto consiguió sacarla de allí y en cuanto esta estuvo mas calma pudo hablarle. "Soy Rosa la mariposa", dijo ella con su suave y delicada voz. "Gracias por ayudarme, no se que hubiera sido de mi sino fuera por tu ayuda". Rodolfo no podía escuchar una sola palabra estaba hipnotizado con la belleza de sus colores, tenía todos los colores del arcoiris. Era una mariposa muy grande, no de las que él estaba acostumbrado a ver. Cuando reacciono ella le contó que su nombre ROSA era debido a que tiene todos los colores que existen en el mundo menos el Rosa.
Rosa y Rodolfo se quedaron conversando, él estaba en trance y ella lo miraba con una dulzura increíble. Se quedaron un largo tiempo hablando. Y él se enamoró por completo de aquel delicado ser al que había salvado.
(continuara)
MaR
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