sábado, 14 de mayo de 2011

Cuento del Amor...

Cuento...


Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los
sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el Aburrimiento
había bostezado por tercera vez, la Locura, como siempre tan loca,
les propuso: ¿Jugamos a las escondidas?
La Intriga levantó la ceja intrigada, y la curiosidad, sin poder
contenerse, preguntó: ¿A las escondidas? ¿Cómo es eso?

Es un juego, explicó la Locura, en que yo me tapo la cara y
comienzo a contar desde uno hasta un millón. Mientras tanto ustedes
se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de
ustedes que yo encuentre ocupará entonces mi lugar para
continuar así el juego.

El Entusiasmo bailó secundado de la Euforia, la Alegría dio tantos
saltos que terminó por convencer a la Duda, e incluso a la Apatía,
a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron
participar, la Verdad prefirió no esconderse, ¿para qué?, si al
final siempre la hallaban.

La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le
molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la Cobardía
prefirió no arriesgarse.

Uno, dos, tres . comenzó a contar la Locura.

La primera en esconderse fue la Pereza, que como siempre se dejó
caer tras la primera piedra del camino.

La Fe subió al cielo y la Envidia se escondió tras la sombra del
Triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa
del árbol más alto. La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse,
cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus
amigos: que si un lago cristalino, ideal para la Belleza; que si el
vuelo de la mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad; que si una
rendija de un árbol, ideal para la Timidez; que si la ráfaga del
viento, magnífico para la Libertad. Así que terminó por ocultarse
en un rayito de sol.

El Egoísmo encontró un sitio muy bueno desde el principio,
ventilado, cómodo.pero sólo para El.

La Mentira se escondió en el fondo de los Océanos, mientras la
realidad se escondió detrás del arco iris y la Pasión y el Deseo
dentro de los Volcanes.

El Olvido. se me olvidó donde se escondió,
pero eso no es lo importante. Cuando la Locura contaba 999,999, el Amor no había
encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba
ocupado,hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre
sus flores.

Un millón... contó la Locura y comenzó a buscar. La primera en
aparecer fue la Pereza, a tres pasos de una piedra.

Después se escuchó a la Fe discutiendo con Dios en el cielo
sobre la Teología;y a la Pasión y el Deseo los sintió en el vibrar de
los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y, claro, pudo
deducir dónde estaba el Triunfo.

Al Egoísmo no tuvo ni qué buscarlo, solito salió disparado de su
escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De tanto
caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la Belleza, y
con la Duda resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada
en una cerca sin decidir de qué lado esconderse.

Así fue encontrando a todos. Al Talento entre la hierba fresca,
a la Angustia en una oscura cueva, a la Mentira detrás del arco
iris. (mentira!, si ella estaba en el fondo del Océano) y hasta el
Olvido, que ya había olvidado que estaban jugando
a las escondidas.

Pero.el Amor no aparecía por ningún sitio.

La Locura buscó detrás de cada árbol, en cada arroyuelo del
planeta, en la cima de las montañas... y cuando estaba por darse
por vencida divisó un rosal y las rosas. Tomó una horquilla y
comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se
escuchó: las espinas habían herido los ojos del Amor. La Locura
no sabía qué hacer para disculparse. Lloró, imploró, pidió perdón y
hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces; desde que por primera vez se jugó a las
escondidas en la Tierra, eL AMOR es ciego y la LOCURA
siempre lo acompaña.


Jorge Bucay.


(Desilusiones que matan, sueños que quedan a un costado, desperdiciando lagrimas)

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