martes, 29 de junio de 2010

El Corredor Azul

Un taxi parado frente a ese templo evangelista,
de él baja ella con aire sofisticado mezclado con seducción.
Él abre la puerta y la besa,
luego los dos se pierden por aquel alargado corredor azul.
Ella sabe que lo ama,
él sabe que ella es excepcional y que no hay otra igual;
ella observa cada gesto que él hace,
trata de reposar en cada detalle de su rostro,
de su cuerpo...
No quiere olvidarse nunca en su vida
de aquel que le devuelve la vida y la hace feliz.
Ella es consciente de todo lo que él
genera en ella y de las cosas que él le puede ofrecer.
Él no sabe cuánto su vida necesita de ella,
finge no quererla, finge desinterés
pero sabe que el día que ella lo deje,
el maravilloso mundo que crearon juntos
se va a desplomar
y no va a poder construirlo con nadie más.
MaR

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